Iniciar una psicoterapia es como realizar un viaje hacia el interior de uno mismo, donde la persona que acude al servicio es el conductor y la psicóloga el copiloto.
¿Cuál es tu profesión/ vocación? ¿A qué te dedicas?
Trabajo como psicóloga general sanitaria en una consulta privada. Mi labor consiste en evaluar dificultades en población infanto-juvenil y adulta, realizar diagnósticos (si los hubiera) y finalmente, realizar un tratamiento.
Mi vocación dentro de la psicología, sin duda, es impartir talleres o formaciones a niños/as y adolescentes. Soy la creadora del Proyecto “TEmozioak” donde favorezco el desarrollo de la inteligencia emocional a través de la metodología de juego teatral.
Me encanta contar a las personas que se ponen frente a mí que iniciar una psicoterapia es como realizar un viaje hacia el interior de uno mismo, donde la persona que acude al servicio es el conductor y la psicóloga el copiloto.
A los más pequeños les digo que soy especialista en emociones, que es eso que sentimos cuando nos pasan cosas y que a veces no sabemos qué hacer con ellas y se nos hacen una bola; por lo que mi objetivo es ayudarles con sus emociones y con los miedos y problemas que puedan tener.
Cuando tenías 16-17 años, ¿qué querías ser de mayor? ¿Cuál era tu percepción del éxito?
A edades tan tempranas considero que es complicado saber qué quiere uno/a ser de mayor, aunque en mi caso lo tuve más o menos claro. Dudé entre estudiar derecho o psicología, y finalmente me decanté por lo segundo porque me interesaba mucho saber cómo funciona la mente humana y qué nos lleva a hacer lo que hacemos y a decir lo que decimos.
Para mí en aquella época el éxito era entrar en la universidad, terminar la carrera, trabajar como psicóloga con un buen sueldo, casarme y tener hijos. Algo que años después te das cuenta que es aprendido, a base de observar tu entorno y escuchar mensajes de la gente que te rodea. Esa percepción hoy en día ha cambiado, por supuesto.
Cual era tu experiencia escolar. ¿Qué asignaturas te gustaban más? ¿Qué intereses tenías?
La verdad es que fui muy buena estudiante. Nunca he sido brillante pero sí una chica constante y de esfuerzo diario. Si no recuerdo mal, las asignaturas que más me gustaban eran historia, lengua y geografía, y las que menos todas las que tenían que ver con los números.
Me empezó a gustar leer a partir de los 10 años, gracias a los libros de Harry Potter. Y desde entonces no he parado de llenarme con las palabras de otros. Por mi profesión tengo que leer mucho, así que el hecho de que me guste es un punto a mi favor. También me gustaba bailar, siempre en plan hobbie, me distraía y me permitía expresar a través del movimiento lo que a veces no se puede expresar con palabras.
¿Cómo elegiste y por qué? ¿Tenías una persona de inspiración o influencia que te ayudó a tomar la decisión?
La verdad es que no sabría decir exactamente el porqué de mi decisión. Creo recordar que me gustaba la labor del orientador de mi colegio. Hubo una época en la que me tocó ser delegada de mi clase y asistir a reuniones con los delegados/as de las demás clases para compartir quejas e inquietudes de cada grupo de alumnos/as. En aquellas reuniones la labor del orientador era la de escuchar y recoger todas nuestras necesidades, y aunque había peticiones disparatadas, me sentía escuchada y por ende, también a los compañeros/as a los que yo representaba.
Probablemente ahí fue donde comenzó a interesarme la psicología, y sobre todo enfocada al sistema educativo. Aunque actualmente no me encuentre en esa área trabajando, es algo que tengo ahí pendiente.
¿Qué estudiaste? Tu trayectoria profesional desde la universidad…
Me matriculé en el Grado de Psicología de la Universidad de Deusto (Bilbao), por cercanía a mi casa. La carrera fue un poco decepcionante, ya que yo iba con unas expectativas poco realistas, añadiéndole a eso ser la primera promoción de grado de esa universidad, ya que anteriormente todo eran licenciaturas. Mi carrera duró 4 años y los cursos que más me gustaron fueron 3º y 4º, las materias se asemejaban más a lo que yo entendía por “psicología”. Posteriormente he realizado varios masters, uno de ellos para poder ejercer como psicóloga sanitaria, no porque me interesase el contenido de ese máster (es importante para mí comentarlo).
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Lo que me llevo de la época universitaria, sin duda, es mi participación en el taller de Teatro de la universidad. Gracias a eso he aunado la psicología y el juego teatral en mi proyecto. Y por eso animo a toda persona que comience en la universidad a formar parte de algún grupo, bien cultural, deportivo, científico…ya que conoces a diferentes perfiles de personas, de diferentes carreras y te hace crecer personalmente.
Ahora, con la edad que tienes, ¿Crees que podrías haber hecho otra cosa o haber sido bueno en algo diferente? Dada otra vida, ¿elegirías otro camino?
Han pasado 8 años desde que finalicé la carrera de psicología, y llevo ejerciendo 5 años en el ámbito sanitario-privado. Además he colaborado con distintas empresas impartiendo formación al profesorado y al alumnado, también en campañas contra el acoso escolar y he puesto en marcha mi proyecto “TEmozioak”. Tras hacer un recorrido mental por todo lo que he ido haciendo, considero que lo único que me gustaría potenciar más sería mi parte de formadora y mi proyecto sobre educación emocional. Si tuviera que elegir algo, no sé qué sería, pero tengo claro que la psicología tendría que tener un gran peso en ese camino.
Aun así, considero que estoy a tiempo de cambiar, de elegir otro camino. No necesito otra vida, con esta me sirve.
En un mundo sin dinero… Si pudieras ser lo que quisieras, ¿qué harías?
Sería yo misma pero ¡con una biblioteca en mi casa! Y profesionalmente hablando por qué no…¡ me encantaría ser escritora!
¿Qué es el éxito? ¿Qué es el fracaso?
El fracaso es no intentar aquello que quieres por miedo a que salga mal o a que no salga totalmente bien.
El éxito, en cambio, es intentarlo a pesar de tener miedo, hacerlo pero con el miedo de la mano.
¿Qué es lo que haces a diario en tu trabajo? ¿Te hace sentir realizado/a?
Mi trabajo diario consiste en recibir en mi pequeño despacho a personas que no se siente emocionalmente bien, que están viviendo un mal momento, que tienen dificultades en el trabajo, con la familia, con sus amistades, también para tomar decisiones, para curar heridas internas, para cerrar etapas, que presentan problemas de comunicación… Y también personas que presentan un diagnóstico más clínico como depresión, consumo de sustancias, trastornos adaptativos, etc.
Considero que aún no puedo decir que he encontrado mi camino definitivo. Actualmente me siento cómoda con lo que hago, y sobre todo con las personas que se ponen delante de mí, de ellas aprendo diferentes formas de ver y entender la vida y eso me enriquece mucho. Estas personas vienen a que les acompañe en su proceso de cambio, y gracias a la confianza que depositan en mí me hacen crecer como profesional y como persona.
¿Qué es lo mejor de tu trabajo? ¿Y lo peor? ¿Cómo cambió tu percepción de la profesión a lo largo de los años?
Considero que lo mejor de mi trabajo es cuando una persona que ha solicitado mi ayuda decide que su proceso ha finalizado, debido a que ha alcanzado los objetivos que se planteaba y ha realizado los aprendizajes que necesitaba. Y por el contrario, lo peor es cuando no puedo ayudar a esa persona y debo derivarle a otro profesional con el que sé, le irá mejor.
Cuando acabé la carrera estaba bastante perdida, no sabía realmente hacia dónde quería dirigir mi presente y futuro. Lo que tenía claro era hacia dónde no quería enfocarlo. Al no tenerlo claro decidí formarme en idiomas durante un año y trabajar en lo que me surgiera. Tras ese año tomé la decisión de hacer un curso que me llevó al trabajo que desempeño actualmente.
Durante la carrera no te informan de lo complicado que es lograr un trabajo estable como psicóloga, por muy necesarias que parezcamos no se cuenta con nosotras lo suficiente. Por lo que durante estos años he aprendido que formar parte de una red, donde puedo contar con otros profesionales de la profesión y de profesiones afines (psiquiatría, educación social, educación…) es fundamental para avanzar y realizar diferentes labores en otros ámbitos que me han hecho crecer. Y otra cosa que he aprendido es que realizar un proceso personal propio, es decir, acudir al psicólogo es fundamental. Hay que ponerse también en el otro lado.
Nuestras elecciones de carrera: ¿Cómo tomar esta decisión? ¿Qué consejo le darías a un/una joven de 14-16 años?
Curiosamente es algo que me encuentro a menudo en mi consulta. Jóvenes que no saben qué hacer y qué elegir por miedo a equivocarse ¿y si eso no es lo mío?, ¿y sí se me da mal?, ¿y si no me gusta?
Nos han enseñado que hay que elegir bien a la primera, porque si no será un fracaso y habrás perdido el tiempo. Además, casi ningún adulto viene y te dice “yo metí la pata y elegí lo que no quería por desconocimiento, presión…” o si te dicen algo, es algo así como “no quiero que te equivoques eligiendo como lo hice yo, piensa bien lo que quieres hacer”.
Yo lo que les digo es que se equivoquen, que todas lo hemos hecho, y que errar forma parte de vivir. Es algo inevitable, sino estarías paralizado, por miedo a fallar no decido y si no decido no avanzo. También trato de transmitirles que aunque estudien algo que les gusta, no les garantiza un buen puesto de trabajo, con unos compañeros/as excelentes, un jefe/a inspirador/a y un sueldo maravilloso. Que habrá días que se pregunten ¿qué hago yo aquí? o ¿quién me mandaría a mí meterme en esto? Y que será lo normal, que a todas nos pasa.
Procuro decirles que elijan en función de lo que les atrae o les llama la atención, y sobre todo que recopilen información sobre aquello que quieren estudiar. Que escuchen los consejos de sus familiares y profesores/as, pero que tomen la decisión en base a su propio criterio. Y por encima de todo, que lo que eligen hoy no determina su mañana, que el futuro se construye día a día y no se basa en una única decisión.
Entrevista con Adriana Daza, Psicóloga Sanitaria en Linares-Nevado Psicólogos (Bilbao)