Acompaño a niños y niñas a través del juego y la creación. Ofreciéndoles un espacio en el que poder expresarse.


¿Cuál es tu profesión/ vocación? ¿A qué te dedicas?  


 Tengo dos vocaciones: la creatividad y el trabajo con la infancia, por eso soy artista y terapeuta de juego.  Acompaño a niños y niñas a través del juego y la creación. Ofreciéndoles un espacio en el que poder expresarse.


terapeuta de juego


Cuando tenías 16-17 años, ¿qué querías ser de mayor? ¿Cuál era tu percepción del éxito?


A esa edad, mi sueño de trabajo ideal era escribir e ilustrar mis historias.
No recuerdo tener una percepción del éxito.


Cual era tu experiencia escolar. ¿Que asignaturas te gustaban más? ¿Que intereses tenias?


Siempre me ha gustado ir al colegio y estudiar. Mis asignaturas preferidas eran lengua, inglés, música y plástica. Me gustaba mucho leer, dibujar, escribir y jugar en el patio.


entrevistas con profesionales


¿Como elegiste y por qué? ¿Tenías una persona de inspiración o influencia que te ayudó a tomar la decisión?


No recuerdo ninguna persona de inspiración o influencia, lo que sí recuerdo es la sensación de placer que sentía cuando dibujaba y la idea de querer pasar así todo el tiempo posible.
Esa sensación de placer fue por la que decidí estudiar Bellas Artes.


¿Que estudiaste? Tu trayectoria profesional desde la universidad?


Empecé en 1998 la carrera de Bellas Artes en Valencia y ¡estoy tan contenta de haberlo hecho!
Primero porque éramos la “gente rara” del campus. Éramos la carrera con mayor diversidad y yo notaba que encajaba.
Y segundo porque empecé a viajar. Me fui de Erasmus a Atenas y fue un antes y un después.
– Fue mi viaje de iniciación.
Al volver de Atenas hice 4º de Bellas Artes y antes de terminar la carrera me fui un año a Suiza a trabajar como au-pair.
Ese año por fin acepté cuánto me gustaba estar con peques y lo bien que se me daba.
Acabé la carrera y estuve trabajando un año como diseñadora gráfica. Cuando se me acabó el contrato pedí una beca Leonardo para hacer unas prácticas en Berlín. La beca duraba un año y yo me quedé trece.
– Fue mi viaje de madurez.
En Berlín estuve haciendo exposiciones y empezó a gustarme lo de emprender: Monté mi primer proyecto de diseño gráfico con una amiga italiana que conocí nada más llegar.
Como no ganaba suficiente dinero para pagar alquileres, etc. cuidaba a peques de familias españolas, italianas y alemanas. Esto me llevó a trabajar en un jardín de infancia como apoyo creativo. Me gustó mucho la experiencia, se convirtió en mi primer trabajo estable y bien pagado y fue lo que me impulsó a estudiar Educación Infantil en Berlín.



Estuve 7 años en este trabajo, hasta que tuve una gran crisis personal y profesional: descubrí que ya no me sentía realizada y que había dejado de lado mi parte creativa y artística. Así que dejé el trabajo y volví a emprender: Fue cuando creé LaBrújula, un proyecto en el que hacía lo que más me gustaba: jugar, inventar historias y aprender a “descifrar” los significados del juego.

El camino se fue definiendo y vi que existía la formación perfecta para mí: Terapia de juego.

Actualmente vivo en Getxo, donde he vuelto a empezar desde cero con LaBrújula. Y donde tengo la suerte de compaginar este trabajo con el diseño gráfico.

Ya no es o hago esto o hago lo otro…. Sino: hago esto y hago lo otro. Y me siento, actualmente, muy realizada.

 



Ahora, con la edad que tienes, ¿Crees que podrías haber hecho otra cosa o haber sido bueno en algo diferente? Dada otra vida, ¿elegirías otro camino? 


Empecé a trabajar desde muy joven y he trabajado en sitios muy diferentes. Soy curiosa y me gusta probar. Me encantaría pasar temporadas en diferentes oficios. Pero… a largo plazo o en otras vidas, lo que sí creo es que me gustaría seguir siendo mi propia jefa. 😀


En un mundo sin dinero… Si pudieras ser lo que quisieras, ¿qué harías?


Tengo la sensación de que haría lo que hago ahora mismo: acompañar y jugar con peques y trabajar con mi creatividad. Sin horarios fijos, objetivos impuestos por otra persona o discusiones por las vacaciones. Para mí es muy importante la libertad.



¿Qué es el éxito? ¿Qué es el fracaso?


Tanto el éxito como el fracaso son dos sensaciones.
Con el éxito sentimos satisfacción por haber conseguido un objetivo. Con el fracaso, la frustración por no haberlo hecho. Ambas sensaciones son necesarias y, ambas, vienen y se van.
Es muy importante sentir la alegría del éxito y la tristeza o el miedo del fracaso y saber que ambas traen una lección (que a lo mejor llegamos a entender años más tarde).

El éxito y el fracaso son las partes visibles y “finales” de un proceso. Para mí, los procesos son lo esencial.


¿Que es lo que haces a diario en tu trabajo? ¿Te hace sentir realizada?


En mi trabajo juego, pinto, modelo, bailo, escucho, observo, investigo, leo, escribo, aprendo, estoy con gente y también sola… Es como tener muchos trabajos en uno. Y sí, a pesar de algún que otro bajón, me siento realizada.


Que es lo mejor de tu trabajo? Y lo peor? ¿Cómo cambió tu percepción de la profesión a lo largo de los años?


Lo que más me gusta de mis trabajos es la diversidad de tareas: si me aburro de una cosa, puedo pasar a otra y ninguna jornada es igual.

Hace unos años, cuando me sentía aburrida por la rutina, me sentía “inadecuada” y me angustiaba no encajar en el sistema.

Ahora, con 41 años, lo veo muy diferente: me siento realizada porque he aceptado que necesito estímulos nuevos cada cierto tiempo, he aprendido que no hay nada malo en ello y disfruto del cambio continuo.
La variedad de mis dos profesiones/vocaciones junto con la elección de ser autónoma, me permiten trabajar con flexibilidad. Estoy muy feliz de haber elegido la libertad ante la seguridad, aunque mantener esta elección no es fácil: la inestabilidad es dura. A veces no hay proyectos remunerados y no entra dinero, otras veces no sé cuándo va a entrar y la idea de perder clientes da miedo. Además hay que guardar energía para la autopromoción, la gestión de la empresa, las estrategias comerciales…

cristina sahuquillo


Nuestras elecciones de carrera:¿Cómo tomar esta decisión? ¿Qué consejo le darías a un/una jóven de 14-16 años?


Siempre he pensado que tenemos que elegir una carrera demasiado pronto y que se presenta como una decisión para toda la vida.

Yo tuve la suerte de “sentir” mi primera carrera y de elegir la segunda sabiendo que me gustaba. Así que os animo a buscar la carrera que más se parezca a lo que os hace vibrar, a eso con lo que perdéis la sensación del tiempo.

Por otra parte, creo que antes de elegir una carrera (si no se tiene claro), se puede probar algún trabajo. Se puede esperar. No hace falta empezar la universidad con 18 años.

Los momentos más duros han sido cuando no he sentido motivación o no me he sentido capaz de tomar una elección. Creo que con 14-16 años es lo normal. Es una edad en la que nuestra prioridad son las relaciones sociales, más que visualizar un plan de vida.

También creo que es importante tener en mente que si la carrera que he elegido no me gusta… puedo cambiar. ¡Aunque se me dé bien y sea fácil! ¡Aunque sea lo que mi familia espera de mí! Una carrera se puede dejar sin acabar.

Y, sobre todo, basándome en mi experiencia: os animo a viajar, a llegar a un sitio desconocido y sentiros una persona extranjera.


Entrevista con Cristina Sahuquillo | Terapeuta de juego | Artísta | Fundadora de La Brujula